martes, 11 de marzo de 2014

¿Sentido común?

Como si de una rutina se tratase, llegan cada día a nuestros oídos miles de noticias devastadoras que muestran la indiferencia del que escucha o el pasotismo del que oye.
Taladran a diario, imágenes que muestran la crudeza de realidades cercanas a la de muchos, pero que parecen invisibles ante ojos que, incapaces de soportar el dolor ajeno, se cierran cual persianas en verano evitando que no entre el calor.

Y a veces, esos ojos y esos oídos son los míos. Y otras, sin embargo, me quedo en una simple decepción de ser vivo que reniega de ser humana... pero la razón no es capaz de callar y surgen con coraje mil y una preguntas...¿Por qué? ¿Hasta dónde? ¿Dónde está el límite?¿Y si miráramos más allá?

Y paro y veo, pienso, analizo, monto en cólera, me indigno. Respiro, miro, siento... También yo me estoy equivocando... la crítica fácil no enseña, las palabras hirientes desvían, las miradas asesinas no dan aprobación, los golpes no te animan a seguir, intentar cambiar a: no consigue que tú mejores...

Y observo con paciencia, mientras siento el sol a mi espalda y tomo té a sorbos pequeños... y se encienden bombillas en mi cabeza que contestan en silencio mis preguntas...

Vivimos permanentemente unidos a unos cascos, a veces reales y otras como si lo fueran, que nos permiten seleccionar lo que oímos, pero que nos bloquean y nos desvían de poner atención a las palabras de cariño, a los alientos que nos llegan, a las críticas constructivas que nos pueden ayudar a ser mejores...

Nos quedan otros sentidos."¡No podemos darnos por vencidos!" dice esa voz entusiasta y positiva que a veces quisiera callar. Nos queda la mirada, las de gafas de sol que se mueven por las modas y que nos pintan diferente la realidad. Una realidad que pisamos, pero que se ve lejos(porque la irreal vida de rosa, es mas atractiva). No vemos el sufrimiento ajeno, ni los pequeños matices, ni los detalles...pero ¡oye! que hoy te ha salido algo en la cara y tu desde que te has levantado has contado la treintena de paseos al espejo.

Claro, nos queda el sentido común... ese que te hace "mirar por ti, ya que vives en un mundo egoísta", "quererte como si fueras tan perfecto como irreal", "no dejar que pierdas un tal orgullo, cuando ni siquiera sabes que es o a veces confundes con dignidad"... pero ¡Animal!(aunque eso sería mas halago que insulto) y todo eso...¿Para qué?

Y cuál buscador, ante el hallazgo de su piedra filosofal, hoy me doy cuenta de que nos sobran 6 sentidos y nos falta uno... el sentido de vivir...

...de disfrutar, de sentir, de imaginar, de ser felices y hacer que los demás lo sean... porque nos creemos seres solitarios pero ¿cuando has disfrutado de algo por ti solo? La música es creada por otros, al igual que la televisión, y los móviles... Ah Sí, aquel paisaje bonito... pero...¿como has llegado hasta allí? Bus, coche, bici...ya... ¿A pie? ¿Y el zapatero?¿O el trabajo de tus padres que han proporcionado el dinero? Ya está,  te has reído!, ¿y quién contó el chiste? ¿Quién te hizo cosquillas?¿Quién te besó entre enfados?...

Y no... no nos damos cuenta de que si miráramos con ojos de segundas oportunidades, eschucháramos como necesitamos ser escuchados un mal día, si saboreáramos a la gente que nos vive, olieramos con intensidad y tocáramos con pasión,cariño o deseo, besaramos con intensidad... Necesitaríamos, menos sentido común... y viviríamos con algo más de sentido.

lunes, 27 de enero de 2014

Cual auricular enredado

Si, existen. Existen esos días en los que tu cabeza, sin darte ningún tipo de explicación, decide inventar, sacar de contexto y liar las cosas como si de el cable de los auriculares se tratase.  Hoy ha decido que tocaba poner la casa patas arriba y revolverlo todo, porque sí, porque hoy mi cabecita loca así le ha apetecido,  desterrando a su paso el optimismo, las ganas constante de comerme el mundo y la aparente seguridad que me define. Hoy estamos de baja, y a ver quién dice lo contrario...

Porque ir todos los dias escalando nubes,  a veces también cansa. Porque desde abajo hay veces que se ven las cosas diferentes y porque hoy es un capricho absurdo pero de esos que de vez en cuando hay que permitírse.

Porque si, hay días en los que las ganas de todo se evaporan y a ti se te queda un vacío mezclado con tristeza y mala leche que no sabes quién le dio permiso a inundarte,  pero a los que piensas encarar e informarle de que tienen una visita limitada y que su marcha acabarán devolviéndote al mundo, o mas bien a tu mundo. Porque estás tumbada en el suelo, pero es que andas descansando para seguir la maratón, aunque por ahora no haya prisas.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Y me niego a bajar

En ocasiones te encuentras ante preguntas que hacen que todo tu ser se ponga en funcionamiento con el fin de responder con algo que sin duda se encuentra a caballo entre la indignación y la admiración por ser tu la elegida.  Intentas transmitir ideas que sabes que aquella persona que te preguntó en ese mismo momento no entendería,  y pongamos en duda que lo haga en un período corto de tiempo.

¿Pero tu no ves que ya casi nada puede salvarse? ¿Cuándo piensas bajar de la nube?

Y entre la rabia ante preguntas que te gustaría que la gente nunca se hiciera y la ilusión por dar un enfoque diferente a lo que parece ser"otra forma de mirar", respiro y me lanzo a la piscina.

Comencemos por un sí, claro que veo, que escucho, que siento...

Escucho al día decenas de noticias de corrupción,  veo como la sociedad está falta de esperanza, de fe y de amor. Siento que valores como el respeto se han volatilizado como el agua al fuego. Siento pellizcos en el corazón cuando veo el sufrimiento de aquellos que luchan no por vivir si no por sobrevivir. Miro y veo como la inocencia cada vez sale antes a correr por miedo, como los buenos modales cogieron tanto polvo como los libros que se arrinconan, porque cumplieron algún que otro año. Vivo rodeada de muchos que piensan que el amor hacia uno mismo juega cada madrugada un torneo de lucha libre con el amor hacia los demás. Paseo rodeada de caras que preferirían no haberse despertado en una larga temporada. Y me tiemblan hasta los dedos de los pies tan sólo con escuchar como alguien puede planear o intentar hacer daño a alguien, por un motivo últimamente muy común,  porque si.

Pero... ¿Entonces?

Entonces te diré que sí,  vivo en las nubes, nubes que a veces desaparecen y me hacen caer haciendo que mi piel albergue algún que otro rasguño. Pero no, no me arrepiento de vivir en una nube donde se unen los sueños con las esperanzas mientras planean entre mimos y caricias como crearán un nuevo mañana.  No me siento una ilusa por confiar casi a ciegas en otros que tanto pueden darte solo con sentirse valorados por ti.

Odio a aquellos que con premeditación hieren, corrompen o destruyen, pero no puedo dejar de pensar en que es posible el cambio y que todo pasa por alguna razón, quizás inapreciable para el mundo.

Pero sueño...y por eso las nubes me sostienen haciéndome creer firmemente en cosas tales como, que un abrazo puede ser la mejor de las medicinas. Que no hace falta tenerlo todo para ser feliz, si no que la felicidad te llega disfrutando aquello que tienes. Que los gracias pueden ser un gran regalo, que las conversaciones improvisadas en cualquier cola van a entretenerte y llenarte mas que tu canción favorita. Que el trabajo y el esfuerzo siempre tendrán una recomprensa, aunque no sea la que esperas y sobre todo que como la  sabia naturaleza muestra para recoger hay que sembrar y la felicidad que recogemos se encuentra vacía si no se comparte.

Y lo siento pero sí, ilusa o no, de espaldas a los hiperrealistas, por el momento aquí en las nubes me quedo.

martes, 27 de agosto de 2013

¿Buscas o encuentras?

Todo el mundo quiere encontrar pero pocos miran mas allá cuando en el primer escondite no hay nada.

Buscábamos mejorar las comunicaciones, evitar esfuerzos innecesarios que pudieran se sustituidos por máquinas, dotar nuestro intelecto de especializaciones que nos hicieran parecer genios.Y ahora, ¿Qué? ¿Ya que lo tenemos todo?¿Ahora que hemos conseguido tener todo lo necesario para ser feliz te das cuenta de q no lo eres del todo, donde está la felicidad?

Y al no saber hallar respuestas se crea un vacío y aparecen todo tipo de desasosiegos que nos provocan angustia y miedo...lo tienes todo pero algo te falta...

Y caes en la cuenta de que hay cosas insustituibles, que no hallabas, por no saber buscar. Que no eres feliz por la tecnología, si no por compartir con los demás . Que un icono de un beso nunca podra compararse con el poder de un abrazo o una mirada.
No eres feliz por tu ropa, si no por las bonitas palabras que te dice alguien que te quiere y que con su rayo láser mira mas allá y lo que ve precioso es a ti sin necesidad de capas que te enmascaren.Que de nada valen las cenas lujosas sin ser acompañadas por risas . Qué los logros, son puras derrotas si no las compartes... y en tu búsqueda ves por fin que lo que falta es mirar, disfrutar de las pequeñas cosas, ya que cada una de ellas,si que te pone cara a cara con la felicidad.

miércoles, 24 de julio de 2013

Un tú que fue un nosotros

Sigo en ese círculo vicioso que me lleva de la necesidad de encontrar respuestas, a formular preguntas que como la más simple hoja de papel provocan un daño invisible...

¿Yo o tú?¿Te fuiste o te dejé marchar? y volvemos al compás agitado de preguntas que surgen como si entre ellas en lugar de espacios se hallaran uniones inapreciables, por la cual la inercia de tirar de una, provoca un estallido difícil de parar. Necesito de nuevo una respuesta ¿Fue real? y si así fue... ¿Por qué? ¿Dónde se rompió? ¿En qué momento? 

vuelve mi respiración agitada dando aviso de que me hallo en el camino errante que me lleva hacia ti. Un ti que fue un nosotros, que fue un yo y del que ya no quedan mas que recuerdos. Tan efímeros y tan palpables, tan cercanos y a la vez tan tan lejos.

vuelvo al punto de partida que me lleva a pensar que las prisas no son buenas compañeras de camino y que en un momento llegaron fueron las que me lanzaron al precipicio en el que me encuentro sin saber cuando rozare la tierra. Quizás me equivoqué,quizás no tenía otra salida,quizás nunca te ame.

Quizás, sólo quizás... volveré, volverás...


sábado, 11 de mayo de 2013

La vida

Como esa montaña rusa en la que soñabas montarte cuando aún no llegabas a la línea reglamentaria que te daba paso a lo prohibido, hoy te encuentras en un sin fin de subidas y bajadas que ya no forman parte de la atracción. 

Es así como tú, en el intento de absorber hasta el más insignificante rayo de sol, arriesgas a subir a esa tan ansiada experiencia. 

Una vez comprado el ticket que te aseguraba rozar el cielo con la punta de los dedos, pudiste comprobar que, como la espuma,  con la misma intensidad que se sube, vuelves a bajar, tanto, que sentirás dentro de ti el vértigo y el miedo por la pérdida de control. 

Durante el trayecto viene a tu cabeza el leve arrepentimiento de haberte aventurado a la emoción que despertaba tan ansiada hazaña. En una balanza inexistente, pesas un conjunto de pros y contras que sumados llegan al mas preciso equilibrio...

Y es ahí, cuando superas la sensación de desequilibrio, en mitad de una nueva subida, donde te das cuenta de que estás tan pendiente de prepararte para intentar controlar aquello que siempre estará fuera de control, que olvidas, que los extremos fueron creados para que pudiéramos disfrutar de una inmensidad de matices...

martes, 19 de marzo de 2013

El ritmo de las olas

La marea va y viene y en su vaivén trae y se lleva multitud de cosas... cercano, lejano, devastador o en calma, pero el mar siempre  está ahí...

De la misma forma la vida nos va llevando con esa marea constante, con ese mismo ritmo de ir y venir, de traer y llevar, y aunque a veces no sepamos apreciar los cambios todos los estados del mar me parecen preciosos... El mar en una aparente tranquilidad nos serena, nos calma, pero en el fondo de esa inmensa masa de agua, ya está todo preparado para el cambio, ese cambio que trae una subida o bajada de marea, con olas intensas y voraces que lo mismo se llevan todo aquello que quedó en la orilla, como en otros momentos nos trae un sinfin de cosas que alguien depositó en otro lejano lugar...

Y no es fácil ser un barco en el agua, y no es fácil estar en la orilla y no correr para que las olas no te pillen... pero el problema está en ese miedo para que la ola no te coja, porque no te deja observar la inmensidad del mar...

Y es así... va y viene, vamos y venimos, nos llegan y se nos van cosas... pero hay que seguir disfrutando del vaivén del mar, esperar paciente el mar en calma y disfrutar de esas subidas y bajadas que tanto pueden traer y tanto se pueden llevar, pero en el mar están.